viernes, 3 de marzo de 2017

10.

Caminando hacia el Centro por la Carrera 7ª, luego de haber conocido la casa de García Márquez, nos detuvimos a comer en el restaurante Anacardos. Nos sirvieron un churrasquito y probé la cerveza Club Colombia, que encontré más ligera que la Águila que bebí la noche anterior. Como es común en Cartagena, nos sirvieron también arroz al coco.

Al terminar el “almuerzo” nos dirigimos a Las Bóvedas, donde un sinfín de locales ofrecen artesanías diversas. La construcción fue hecha durante la Colonia para fines militares, pero más tarde hizo las veces de cárcel. Consta de 47 arcos y 23 bóvedas. Aproximadamente a las cinco abandonamos el lugar, con el propósito de volver a la Plaza de Santo Domingo y conocerla más detenidamente. El sitio es agradable por la arquitectura colonial que lo circunda y por las varias terrazas al aire libre que sirven bebidas y comida. En el trayecto conocimos la Escuela Superior de Bellas Artes, la iglesia de Santo Toribio, la Calle de la Soledad, y tramos de la Calle 36 y de la Carrera 4.


Después de unos minutos de descanso, entramos al Centro de Formación de la Cooperación Española porque Nora guarda recuerdos de cuando estuvo acá, hace algunos años.


Las bóvedas.


Pasillo de Las Bóvedas.


Escuela Superior de Bellas Artes.


Iglesia de Santo Toribio.


Carrera 4ª.


Calle 36.


Terrazas de la Plaza de Santo Domingo.


Centro de Formación de la Cooperación Española.

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