viernes, 10 de marzo de 2017


11.

Abandonamos la Plaza de Santo Domingo alrededor de las siete, y media hora después estábamos en el Parque de Bolívar con la esperanza de encontrar bien iluminado lo que fue el Palacio de la Inquisición, para tomarle fotos. Pero la intención fue en vano, ya que encontramos el edificio con poca luz. Sin embargo, en el centro del Parque, un grupo de bailarines atraía la atención de un conglomerado de personas que miraban la ejecución de bailes que antecedieron a los actuales. Nora quiso quedarse y permanecimos allí aproximadamente media hora. Nos retiramos un poco antes de las ocho y caminamos hacia el local de Pan de bono, donde cenamos esos panecillos tradicionales colombianos con queso, cuya elaboración incluye almidón de yuca fermentada que le da su sabor singular. Justo enfrente del Pan de bono se localiza la Plaza del Estudiante, que pudimos conocer con su iluminación navideña. Todavía en la plaza frente a nuestro hotel, paseamos un rato y, ya cerca de las once de la noche, subimos a nuestra habitación, hasta que un apagón nos hizo salir de nuevo al pasillo, donde las luces de emergencia se encendieron. Esto me dio oportunidad de asomarme al balcón y constatar que mucha gente aún deambulaba por las calles.


Grupo de bailarines en el Parque Bolívar.

Grupo de bailarines en la Parque Bolívar, 2.


Plaza del estudiante.


Uno de los coches.

 Torre de la Catedral.




Calle a las once de la noche.


Un vendedor a las once de la noche.

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